En ocasiones nuestro perro es adulto cuando llega a casa un bebé, ocasionando ciertas dudas a los propietarios del animal acerca de la fórmula adecuada de presentación entre ambos asà como el método adecuado de convivencia.
Aquà van una serie de notas básicas para facilitarnos este trabajo y evitar problemas.
1.- Un perro no piensa como un humano. En su mundo la agresión forma parte de su pauta de conducta.
2.- Los cachorros de perro son enseñados por la madre, corregidos por ella y en ocasiones por otros adultos, siendo la fórmula de corrección los mordiscos y zarandeos en la parte superior del cuello. Si ven a los niños humanos como cachorros y un niño invade el territorio del perro sin nuestra presencia, es posible que por una mala comunicación, el niño no entienda que gruñir, enseñar los dientes o erizar el pelo es la antesala del mordisco.
3.- Es preferible hacer una presentación progresiva en la que el perro ve al niño con nosotros, llevándolo en brazos, permitiendo que el animal lo reconozca por medio del olfato, pero siempre tratando al perro como en los periodos previos, no desatendiéndolo ni riñéndole más que antes. El perro al ver al cachorro con los jefes y notándose igual de querido, no intentará agredir al bebé puesto que no le dará ni la más mÃnima importancia al ser él tratado como siempre.
4.- Especial importancia tiene cuando el niño gatea o anda puesto que sus ojos están a la altura de los del perro y este puede interpretar el gesto de mirarlo a los ojos como un reto y agredir al niño.
5.- En definitiva no podemos dejar al niño sólo con el perro hasta que es lo suficientemente mayor como para defenderse del mismo o para entender las pautas de acercamiento al animal que nosotros ya conocemos.
6.- Por último es imprescindible la desparasitación periódica del animal para evitar enfermedades contagiosas por contacto. El otro aspecto a tener en cuenta es que cuando el perro llega a la edad de 8 o 9 años aproximadamente cae en un proceso de involución olvidando en ocasiones incluso las normas mas básicas de educación que aprendió. Hemos de tener en cuenta que nos toca tratarlo como un anciano y es preferible no provocar situaciones de riesgo.
Julio Jurado
Mediterrà nia Centro Canino