¡Un perro no es un niño! ¡¡Socorro, me he hecho pipà en casa!!
Los perros no son niños peludos. Aunque el perro maduro, medio, tiene un desarrollo mental parecido al de un niño de dos años, hay más diferencias que similitudes entre ellos. Los perros pueden ser sorprendentes a la hora de procesar el lenguaje, pero no razonan de la forma en que lo hacemos las personas. No relacionan la causa y el efecto de la misma manera.
Por ejemplo no tiene ningún sentido, cuando tú llegas a casa y descubres que tu perro ha hecho pipà en el salón, castigarle por ello. Tu perro no entenderá por qué le estas castigando. Parece que sÃ, pero solamente expresa miedo a tu furia. Con su lenguaje corporal intenta decir “por favor deja de estar enfadado conmigo, no he hecho nada malo”. Sin embargo a ti te parece que se siente culpable por haber hecho pipi.
Muchas personas en esta situación refutan este razonamiento diciendo: “Si ha hecho pis dentro de casa, sabe que ha hecho algo mal porque en cuanto me ve agacha la cabeza, se encoge y se nota que es culpable.” Lo que ocurre de verdad esta situación es que el perro nota el enfado del dueño y agachar las orejas, encogerse es una manera en el lenguaje perruno de decir “por favor cálmate yo no amenazo tu supremacÃa”. Seguro lo que el perro no hace es relacionar el pipi que hizo hace 2 horas con el enfado de su amo ahora.